Una semilla plantada tarda en crecer y dar fruto. Aprender y Crecer lleva plantando semillas desde 2006, y ahora algunos de los primeros estudiantes que se beneficiaron del programa están entrando en la universidad o en el mercado laboral. Dos antiguos alumnos del programa, que continúan sus estudios en la actualidad, compartieron sus historias sobre el impacto que tuvo Aprender y Crecer en ellos.
Marbel Yolanda García Sotoj, que ahora tiene 18 años, recibió material escolar de Aprendery Crecer desde primero hasta sexto de primaria. Actualmente estudia ingeniería química en la Universidad de San Carlos de Guatemala, la mayor y más antigua de Guatemala.
Como estudiante, recibir material de Aprender y Crecer me enseñó responsabilidad. Sabía que los suministros se proporcionaban con un propósito específico: mi éxito. Recibir material escolar me hizo estar más agradecida, no sólo por mi familia, sino también por el programa y por la sociedad en general.
Para mi familia, los suministros fueron una gran fuente de ayuda económica. Como mi familia no tenía que comprar material, podía comprar otras cosas importantes que necesitábamos. Para mis profesores, los materiales significaron clases más creativas y atractivas. Para mí, la parte más memorable del programa fueron los libros de la biblioteca donados. Cultivé mi amor por la lectura gracias a los libros y cuentos de Aprende y crece que había en la biblioteca de mi colegio; ¡a día de hoy me sigue encantando sumergirme de lleno en el increíble mundo de los libros! Y gracias a mi amor por la lectura, sigo teniendo éxito en mis estudios.
Recibir los materiales de Aprender y Crecer me inspiró la responsabilidad y la disciplina que necesitaba para alcanzar mis objetivos. Si bien es cierto que el bienestar general de un niño depende de muchos factores, la educación es la base de cualquier cambio social real. Y un niño que recibió apoyo se convierte en un adulto que buscará el cambio y reproducirá lo que se le proporcionó en su juventud.
Jaime Rodrigo Miranda, que ahora tiene 20 años, recibió material escolar de Aprender y Crecer de cuarto a sexto curso. Actualmente estudia Medicina en la Universidad Autónoma de Chiriquí, en Panamá.
"Fue significativo saber que para estudiar no tenía que preocuparme por poder pagar los útiles. Tanto mi hermano como yo nos beneficiamos de Aprender y Crecer, y mi familia pudo cubrir otras necesidades (como comida y ropa)."
El material también tuvo un gran efecto en mis compañeros. Nadie se sentía excluido en clase, ya que todos teníamos los mismos materiales. Recuerdo lo mucho que nos entusiasmaban los cuadernos: ¡cada año los intercambiaba con mis compañeros para que todos los míos fueran del mismo color!
Hay que agradecer la ayuda al máximo. Me motivó mucho ver que, entre muchas escuelas, la mía había tenido la suerte de recibir ayuda del programa. Sabía que tenía que estudiar y aprovechar este privilegio todo lo que pudiera. Espero que PriceSmart siga proporcionando este apoyo. Ayuda a muchos estudiantes que, cuando ven que tienen las herramientas que necesitan para estudiar, se sienten motivados para esforzarse, avanzar y triunfar.