Norma Guillén Suárez es la menor de dos hermanos que fueron abandonados por su padre cuando ella sólo tenía tres meses. Fueron criados únicamente por su madre, quien, sin educación formal, se ganaba la vida lavando y planchando ropa y trabajando como criada para otras familias. En ocasiones, incluso tenía que dejar a la pequeña Norma sola en casa para ir a trabajar y mantener a sus hijos. Hoy, Norma es maestra en la Escuela San Isidro de Bolas con sólo 21 años. Se graduó como Maestra de Educación Primaria y es más conocida como Miss Normita.
Norma reflexiona a menudo sobre cómo sus profesores contribuyeron a reforzar su autoestima. Comenzó sus estudios primarios en la Escuela San Isidro de Bolas en 2006 y recuerda lo difícil que fue para su madre conseguir los útiles que su hija necesitaba para asistir a la escuela.
En julio de 2007, cuando estaba en primer curso, la señorita Normita recibió su primer paquete de material escolar. Recuerda la felicidad que floreció en el rostro de su madre cuando recogió el paquete, y recuerda aún más claramente las palabras de su madre en ese momento:"Ahora sí que no tienes excusa para terminar el año escolar y ser una buena estudiante".
Un viaje inspirador impulsado por Aprender y Crecer
Durante sus seis años de escuela primaria, Norma recibió material escolar de Aprender y Crecery aún conserva los libros que le regalaron durante las ferias del libro de la escuela. El programa cultivó su gusto por la lectura; a medida que crecía su talento académico, se sentía inspirada y poco a poco descubrió su deseo de ser maestra.
En 2021, Norma obtuvo un título universitario como profesora de enseñanza primaria. Gracias a sus excelentes notas, recibió varias ofertas para trabajar en colegios privados cuando terminó sus estudios. Pero Norma solo deseaba volver a la escuela de su infancia, donde descubrió su amor por el aprendizaje y se inspiró para seguir la carrera de maestra.
La señorita Normita comenzó su carrera en febrero de 2022 como maestra de 5to grado en el Colegio San Isidro, donde los alumnos aún se benefician de Aprender y Crecer tal como ella lo hizo.
"Recibir mi primer paquete de Aprender y Crecer como profesora fue realmente emocionante. Me recordó a los paquetes que recibía cuando era estudiante, y lo recibí con lágrimas en los ojos. Estaba especialmente agradecida porque aún no había recibido el primer pago de mi escuela para comprar mis propios suministros."
El duro trabajo de Norma ha dado sus frutos, ¡y ahora recoge su recompensa!