El programa Aprender y Crecer ha proporcionado más de 1,5 millones de paquetes de material escolar y casi 3,1 millones de libros a estudiantes desde su fundación en 2006. Aunque la atención se centra en los estudiantes y las escuelas que el programa patrocina cada año, hay miles de estudiantes que han recibido los beneficios del programa a lo largo de los años.
Uno de ellos es Olbin Mejía, que asistió al Centro Escolar Lempira en Colonia Los Castaños de San Pedro Sula, Honduras. Recuerda con cariño el material escolar y los libros que el programa le proporcionó cuando estudiaba allí. Años más tarde, Olbin fue contratado como cajero en PriceSmart en San Pedro Sula. Sólo cuando se enteró de la campaña anual de recaudación de fondos y de su papel en la recolección de donaciones para apoyar el programa Aprender y Crecer, se dio cuenta de que éste era el mismo programa que lo había apoyado cuando estaba en la escuela.

“Cuando me enteré [de que las donaciones iban destinadas a Aprender y Crecer], me esmeré más por apoyar la campaña, hasta el punto de que fui la cajera no. 1 o no. 2 en recaudación durante algunas semanas de la campaña”, destacó Olbin. “Me siento enormemente agradecida a Aprender y Crecer y a PriceSmart, por haberme dado la oportunidad de trabajar en una empresa tan prestigiosa como ésta”.
Y como si la historia no hubiera cerrado el círculo, el hermano menor de Olbin, que asiste al Centro Escolar Dionisio Herrera, es un beneficiario actual de Aprender y Crecer.
Los exalumnos no son los únicos vinculados a Aprender y Crecer. Geovany Pérez, que trabaja en el departamento de foodservice en el PriceSmart de San Pedro Sula, participó en una actividad de voluntariado en una escuela patrocinada por Aprender y Crecer. Sus hijos asisten a una escuela que recientemente se unió al programa Aprender y Crecer. “Tengo tres hijos y el año pasado gastamos L. 5.000 (unos US$193) en útiles escolares. Este año, con los útiles escolares proporcionados por Aprender y Crecer, sólo gastamos L. 300 (unos US$12)”.
Durante la campaña de recaudación de fondos, Geovany trabaja a menudo en la caja registradora e invita a los Socios a donar para apoyar a Aprender y Crecer. Cuando los Socios responden con escepticismo, Geovany puede relatar su conexión de primera mano con el programa. “Yo mismo soy beneficiario, como padre de familia de alumnos de una escuela Aprender y Crecer”, dice Geovany para tranquilizar a un Socio. "Es real".
¿Fuiste alumno de una escuela apadrinada por Aprender y Crecer? ¿Has terminado el bachillerato, iniciaste trabajando o estás cursando estudios superiores? Por favor, comparte tu historia con nosotros.